Me gusta la calle, pasear diariamente por la ciudad y sobretodo, hablar con la gente. No hay mejor noticia que aquella que se trasmite de persona a persona pero, estas casi siempre dejan de ser noticiables. Estamos en unos dias que no hay que ser alarmista y trasmitir felicidad no obstante, solo me referiré a estos mercadillos. Muy bién dispuestos y mucha decoración con su artesania y sin embargo, no venden apenas nada, mejor dicho, nada de nada. Hoy mismo eran las doce de la mañana y en la plaza de Gabriel Miró no habia casi nadie y para ho haber, faltaba San José, la Virgen y el Niño. Quizá estos ya han cobrado y se han dado la "espantá" lamentablemente. Uno se cansa de intentar y no conseguir nada y llegará el momento de no poner remedio que, nos cansaremos todos. Amén.-
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